lunes, 15 de agosto de 2011

INCOMODIDAD

Era muy dado a deshonrar el tálamo matrimonial, si bien tales prácticas nunca le hicieron especialmente feliz. De hecho, eran muchas las ocasiones en las que, presa de un infantil sentimiento de culpa, se sentía poseído de un rubor ingenuo que delataba su incomodidad. Costaba, y mucho, ahuyentar los espantajos manufacturados que a modo de tonterías inundaban su bosque neuronal.

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