jueves, 27 de junio de 2013

ALGO CERCANO AL MISTERIO


Testigo de algo cercano al misterio, a lo innombrable, se dejaba llevar por un aria que flotaba en el aire con el temor propio de quien no quiere volar con la bandada equivocada. Su indecisión, unido a la sequedad de su alma, a punto estuvo de perderle una vez más. Hay que explicar, a modo de eximente, que la canícula hacía su trabajo y que, como brasas recién traídas del infierno, el calor caía a plomo dejando humeantes recados sobre su sien.  

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