domingo, 2 de junio de 2013

EL ÁNGEL


En invierno la familia se reunía frente a la chimenea y veían arder los troncos de pino o de encina. En verano era igual, pero el encuentro tenía lugar frente a las aspas del ventilador. Pues bien, fue en un día de verano, precisamente cuando dormitaba frente al ventilador, que el ángel se le apareció a Antonio por primera vez. Y el ángel no dijo nada. En la siguiente tampoco dijo nada, pero portaba una trompeta de la cuál hizo uso para recrearse en un solo que sonaba muy parecido a la “Siesta” de Miles Davis. El mensaje estaba claro, y no hubo una tercera. 

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