El
exceso de libido y la falta de oficio condujeron a este hombre y a sus
circunstancias a convertirse en un paria más entre los flujos y reflujos de un
mar de nauseas. Pero no fue eso lo que le mató. Según el parte médico, fue un
ataque de caspa y espasmos grasos que en mala hora se condensaron justo allí donde
tiene lugar el reciclaje de hastíos y el cansancios. Así las cosas, lo mejor
que se puede decir de él es que vivió la vida hasta morirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario