domingo, 9 de marzo de 2014

LA CARACOLA Y EL CRISTAL

El agua y la luna dirán lo que tengan que decir, yo por mi parte digo que moriré, lo sé, envuelto en olor a mar. Será una noche larga: la luna faltará a su cita con los luceros y vendrán a mi recuerdos de cansadas palabras de amor con sabor a vino y olor a puñal. La caracola y el cristal, testigos del sueño, pueden dar fe de esto que digo: caeré al vacío para ser devorado por bocas devoradoras de bocas, y en ese instante, en el que seguiré sin saber por qué te quiero, tu fuego frío producirá en mí un último vértigo de temblores ultravioleta que me empujará de nuevo a ti. Será así, pensando en ti, como cruce la espiral.

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