jueves, 13 de marzo de 2014

UNA SEÑAL


Fue adorando una tras otra todas las vacas y becerros que fue encontrando en su camino, fueren del metal que fueren, razón por la cual no le extrañó lo más mínimo toparse con un nutrido grupo de falsos profetas que ofrecían acciones preferentes para ganarse el cielo a un precio ridículo. Lo cierto es que la suerte se puso de su lado y, justo en el instante previo a la compra, vio una señal. Vidente y viejo como era, no le pasó inadvertido el graznido frío de aquél pájaro que no auguraba nada bueno. A partir de entonces se dedicó al planificado cuidado de sus propias miserias, que eran muchas, y al cultivo de sus virtudes, dejando para los más jóvenes el disfrute de las ofertas de última hora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario