miércoles, 8 de abril de 2015

EL DON DE LA RISA Y DE LA NECESIDAD


El panel de vidrio tallado filtraba adecuadamente las siluetas y la luz del sol, pero resultaba del todo insuficiente para acallar los bramidos y las magnánimas carcajadas de aquellos animales dotados con el don de la risa y de la necesidad. Al despertar del recuerdo notó una sacudida en el corazón y tuvo la certeza de que el tiempo nunca pasa en balde. Se sintió irremediablemente vacío y ni siquiera intentó esbozar un amago de pensamiento que le mantuviera en pie.

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