domingo, 5 de abril de 2015

LA PENUMBRA


La penumbra fue invadiendo la habitación y haciendo que todo, la tarde entera, se tornara sospechosa. Conforme avanzaban las sombras y la luz se iba replegando a sus cuarteles de invierno, las pocas certezas que a duras penas le mantenían en pie se fueron deshaciendo entre sus dedos hasta evaporarse por completo. Claro que uno termina por acostumbrarse a todo, también a las sombras, siempre que no excedan los límites de lo normal. Afortunadamente en aquella estancia todo era normal. Todo, salvo él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario