lunes, 7 de septiembre de 2015

SED

La coartada del espejo roto, la triste excusa de la soledad, el deambular sistemático por rutas absurdas sólo aptas para náufragos radicales, la visión esquizoide de lo insólito, ciertas cuentas de miedos resucitados y encrucijadas irresolubles…todo lo probó, sin suerte. La sed constante que se empecinaba en hacer arder los días continuaba ahí, inagotable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario