domingo, 25 de abril de 2010

SIMULACRO DE AMOR

Un sol incipiente se colaba entre las rendijas de las ramas cuando se produjo el tan esperado milagro. Aquel músico que resucitó de entre los muertos volvió al mundo de los vivos y salió de su mutismo sólo para decirnos que hay algo peor que la muerte, y ese algo es ser partícipe de un simulacro de amor. Pero como todo esto que dijo lo dijo envuelto entre brumas verdes, olores fétidos y gases color de azufre, fueron pocos los que le escucharon y menos aún los que entendieron algo de la buena nueva de la cual era portador. Además, mientras dijo lo que dijo de su boca emanaban sonidos color púrpura que destrozaron los sensibles oídos de aquellos que tuvieron la mala suerte de asistir a tan luminotécnico y sobrenatural acontecimiento. La noche era negra ya cuando, a pesar del fracaso, volvió al sepulcro dispuesto a pergeñar nuevas mentiras que perpetuaran el cautiverio de los incautos amantes.

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