domingo, 10 de marzo de 2013

EL CARTEL


Seis toros, seis, decía el cartel, y pensaba que lo decía dos veces porque los primeros seises se referían a los toros y los segundos a los toreros. Pero resultó que no, y supo que no porque nada más decirlo escuchó a su alrededor unas tristes risas capaces de desconcertar al más riguroso de los concertistas. No importa. Había llegado a ese bar desde muy lejos dispuesta a amar y a ser amada como nunca nadie ha sido amado, y no pensaba irse de vacío por un toro de más o de menos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario