Intentaba explicar a su hijo el concepto de vacío haciéndole ver que el tal vacío, fuere lo que fuere, no es infinito, y que en los límites del vacío es muy corriente encontrarse la materia, normalmente una muy dura y rígida materia en forma de suelo, y que si se le ocurre hacer la prueba, dios no lo quiera, de dejarse caer al vacío desde lo alto del sofá, comprenderá en carne propia de una forma innecesariamente rápida y contundente el sentido de sus palabras. Afortunadamente, la siesta continuó sin mayores incidentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario