martes, 26 de marzo de 2013

TARDE

Llegaba tarde a su cita pero, pensando que era un mal de muchos, ni se inmutó. Lo haremos mañana, dijo. Y el mañana llegó, se quedó el tiempo justo para saludar y dejar constancia de su presencia, y con las mismas se fue. Y entonces llegó el pasado mañana. Pero ya era tarde. Claro que no era la primera vez que el mañana llegaba tarde. En lo que a él respecta, no dejaba de soñar con un hermoso ahora que surcara su rostro, y que no acababa de llegar.

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