sábado, 16 de marzo de 2013

ENDORFINAS


Mientras veía caer la noche su pecho fabricaba millones endorfinas con un cierto aroma a delito menor. Pero ya no había marcha atrás. Necesitaba adentrarse por última vez en el laberinto de esos ojos para observar aquello que tanto amó y que, transcurrido el tiempo, tanto temía. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario