sábado, 18 de enero de 2014

EN BUSCA DEL MAR

Favorecido como sin duda lo estaba por unos astros poderosos y lejanos, un día sí y otro también sepultaba su orgullo en lo más profundo de sí mismo, no fuera a ser que le traicionara, y rara vez olvidaba que era amando la mejor forma que había encontrado de ser amado. Con todo y eso, no siempre las cosas salían bien. En esos días se ponía un alma nueva y, sin ropaje alguno de vocablos que disimulara sus andrajos interiores, salía a la calle en busca del mar.

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