jueves, 17 de abril de 2014

RESTOS DE AYER


A pesar de que el moho de la infelicidad se cebaba sobre ella y de que la indefinible naturaleza del amor no ponía las cosas fáciles, ésta última desgracia la organizó cuidadosamente. Arrugas planchadas y vueltas a arrugar que pedían a gritos ser de nuevo planchadas, aun a sabiendas de que su destino no era otro que el de volver a arrugarse para que pudieran ser de nuevo planchadas bajo el peso de un deseo todavía mayor. Plancha y más plancha, tulipanes y agua, restos de ayer.

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