miércoles, 2 de abril de 2014

LA COMBINACIÓN EXACTA


Una tarde olvidó su nombre de usuario. Semanas después, relegó la contraseña en algún lugar remoto de la memoria de forma que no pudo dar con ella y se quedó sin poder acceder a sí mismo durante el resto del día. Al principio, como podrán imaginarse, se preocupó muchísimo, pero conforme fueron pasando las horas se tranquilizó pensando que, bien mirado, tampoco se vivía tan mal fuera de la nube. Al fin y al cabo, seguía conservando la clave del misterio, la combinación exacta que le permitía seguir deseando aquello que ya poseía, y eso bastaba.

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