domingo, 27 de abril de 2014

PROTOTIPO DE SER TRÁGICO


Se consideraba así mismo el prototipo de ser trágico. Tal condición la vivió con naturalidad durante muchos años hasta que el autoengaño, esa energía que alimentó la llama de su esperanza, se agotó. Recorrer solo un pasillo a oscuras… Una y otra vez el mismo pasillo… Padecía de un dolor tan transparente como el cristal y, sin puerto seguro en el que recalar (su hígado no soportaba más morfina), se veía abocado a una huida que, por momentos, se le antojaba imposible. Y siempre a vueltas con el mismo pasillo, la misma oscuridad…

No hay comentarios:

Publicar un comentario