sábado, 28 de marzo de 2015

NÁUFRAGO


Vivía con naturalidad aquella suerte de reflujo que aconteció después de la tormenta. Náufrago por enésima vez, perdido de nuevo entre las nubes de dimes y las montañas de diretes, no acertaba a dar con aquello que la hiciera salir de esa tierra suya tan querendona. Los días se amontonaban y, por momentos, el vacío se le antojaba nauseabundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario