De
tanto huir de aquello que no se debía ser acabo duro, muy duro incluso. Pensó
entonces amontonar sus sombras una sobre otra hasta construir una montaña
sombría en la que guarecerse, pensó también en retorcerse junto al árbol seco y
ser maraña de leña hueca, pensó en demasiadísimas cosas que iba sacando no sabe
cómo de entre sus sesos desechos, pero ninguna la llevó a cabo. Con el tiempo,
sólo las emociones nómadas cobraron vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario