La
primera vez que mató lo hizo por casualidad. Un movimiento descuidadamente
preciso, y ya. Lo último que oyó decir a este primer muerto fue que estaba
muerto, y esa confirmación del muerto en primerísima persona le hizo adoptar
cierto aire de hampón furtivo y algo tenebroso. Después llegaron muchas noche
con la misma mierda de los muertos. Chequeaba con rapidez los bolsillos de la
víctima y se iba. Al principio entregaba casi todo lo que ganaba a su madre.
Luego no.
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