martes, 12 de noviembre de 2013

NO SIEMPRE FUE ASÍ


Se embelesaba viéndola tras el cristal, explicitándose ante sí mismo todo lo que de animal había en su interior, que era mucho. No siempre fue así. Antaño anduvo al encuentro de otras cosas (que llamó inteligencia, que llamó sensibilidad, que llamó dulzura), sin que obtuviera más réditos que la sensación de un dolor estúpido rodeado de vacío. En la actualidad se limitaba a amar ciertos cuerpos, y en eso consistía su tipología concreta de racionalidad animal. La única ventaja de esta nueva estrategia, nada desdeñable por cierto, es que no parecía procurarle un mal excesivo.

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