domingo, 3 de noviembre de 2013

UN TUMULTO


Se apoderó de su cabeza un tumulto que en modo alguno le pertenecía. Pasaba por la ventana camuflado en medio de constelaciones de mariposas, le dejó entrar, y despertó con él entre las sienes. Nada pudo hacer la herencia de patio, higuera y olivo, ni la bienvenida de miel, ni la nieve que hizo la veces de luz hereditaria. La ira se adueñó de su ser, y a punto estuvo de hacerle añicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario