lunes, 11 de noviembre de 2013

PROFUNDIDADES


Con el anhelante resuello de quien se dispone a ahondar en profundidades que en otro tiempo se consideraron insondables, así de predispuesto se encontraba nuestro personaje mientras terminaba de afeitarse unos incómodos pelillos que le salían de sus orificios nasales y a los que no encontraba la forma de cercenar con la debida eficacia.  Así pues, se trataba de profundizar hora tras hora en su propia existencia, sabiendo como sabía que la tal existencia estaba atestada de túneles negros repletos de tiempos muertos y olvido, mucho olvido. En eso consistía el reto. Mientras esto pensaba, pudo dar cuenta de otra pelambrera, esta vez la que asomaba por sus conductos auditivos, hasta que, finalmente, salió del baño decentemente rasurado y dispuesto a afrontar las transformaciones que se le venían encima.

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