martes, 21 de julio de 2015

UNIVEXIS

A esas horas dormía el cosmos su eterna siesta cuando, sin motivo aparente, fue zarandeado de aquí y de allí, como quien dice de la camisa y de las orejas, por un viento maleducado y chismoso, hasta que logró su objetivo y el universo entero despertó. Y todo para traer a sus oídos una letanía ya sabida, mezcla extraña de cuentos viejos y noticias frescas, que en modo alguno justificaba el ultraje y el brutal caos en el que a estas alturas de la tarde se debatía ya el firmamento, el infinito, y toda la materia conocida de tejas para arriba. Sé de buena fuente que, esa tarde, el íntimo equilibrio existente entre todo lo creado fue puesto en peligro, y lo llamaron univexit.

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