viernes, 26 de febrero de 2016

ECONOMÍA DE MEDIOS


Sería por economía de medios o por lo que fuera, el caso es que pocas veces le daba por rememorar aquellos tiempos en los que no bebía más que agua. Aun así, recuerda con claridad que, ya por aquel entonces, a menudo se hablaba mucho para no decir nada. Eran tiempos estos en los que bastaba con llenar la tripa, dormir, follar y morirse con la esperanza de que hay algo más, para dar por cumplida una vida plena. Pero todo puede simplificarse aún más. Basta un sortilegio, un mal calambre o un ictus para despertarse y ver el mundo tan ausente de palabras, tan hermosamente pálido….

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