domingo, 21 de febrero de 2016

VICISITUDES


Algunos enfermos hepáticos, en su mayoría bebedores de café, son capaces de emitir señales olorosas que les permite localizar con una precisión asombrosa el hospital más cercano a la posición en la que se encuentran. Se trata de una mutación del sistema sensorial olfativo reconvertida en ventaja competitiva. Enmanuel era uno de ellos. Claro que, una vez en el hospital, las cosas ya no tienen tanto misterio: identificación, triage, análisis varios…Según me contó, en aquella última visita a las unidad de urgencia los colores iban evolucionando y adquiriendo nuevos significados. Recuerda haber pasado del lapislázuli al verde manzana, y de allí al amarillo orín, luego vino el zumo de naranja roja, hasta por fin apareció el temido rojo carmesí. La resucitación, finalmente, no fue posible. Y es que no hay días: hay vicisitudes.

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