domingo, 14 de febrero de 2016

MUJER RICA


En la geografía de su mapa neuronal, a modo de flora y fauna, habitaban un sin fin de morfemas y lexemas que se sucedían sin mucha ilación y que daban como resultado una extraña cháchara de códigos incomprensibles para el propietario de la mente, especialmente en las noches de invierno, y para el resto de los de su especie en cualesquiera estación del año. Hasta ahí lo peor. Lo mejor es que tenía una mujer rica, hecha de pan y tomate, y a su lado, en la cocina, el aire desaparecía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario