martes, 13 de enero de 2009

PODRÍA SER PEOR

Los gusanos podrían dar fe de que por dentro estaba muerto y bien muerto, lo único es que sus uñas y parte del aparato excretor se negaban a reconocer la evidencia. Con todo, lo peor era que ya no había nadie que pudiera reprocharle el sinsentido de su infantil actitud. Pero podría ser peor. Todo podría ser peor. El jarrón, las croquetas, las amantes,.. Podría ser que, además del muerto, la muerte quisiera llevarse todo por delante, croquetas incluidas. Las dudas también se disiparían a su paso y sólo permanecería, sentada sobre su propia sombra, la agonía en forma de estiércol. Apostó su vida al cinco, y perdió, y supo que perdió cuando escuchó el sonido de la bala salir de la recámara. No era lo que esperaba, pero todo podría ser peor. En el cementerio, si ponías la oreja sobre su tripa de mármol podías escuchar el misterioso gorjeo de su espíritu volando y el aroma de pestilente realidad que atiza las brasas de su bajo vientre. De hecho, tengo la sensación de escuchar su roncar lastimero y profundo mientras escribo. Pero podría ser peor.

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