miércoles, 24 de julio de 2013

EL VESTIGIO DE TU ÚLTIMA PRIMAVERA


Se desplazaba de la Ceca a la Meca sin que pareciera llegar a puerto alguno, y pocos eran los que advertían cuánta angustia y cuánta verdad se escondían tras aquellas palabras suyas cargadas de silencios. Seré lo que aún no llega, decía,…seré el vestigio de tu última primavera,…seré sin ruidos un sentimiento tuyo envuelto en ternura,…y así continuaba su letanía de decires a veces cansinos, siempre incomprensibles. Acaso fue la tarde la que dejó de ser, o fueron sus palabras las que se agotaron, lo cierto es que un mal día dejó de decir, y nosotros de escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario