lunes, 17 de febrero de 2014

A PROPÓSITO DEL AMOR


Reflexionando a propósito del amor, pensaba que la amaba con premeditación, sin excusas, todo lo adrede que le permitía la física, el físico, las circunstancias y su propia historia. Sobraban subterfugios y metáforas: cada madrugada, cuchara en mano, se dirigía a la mismidad de su corazón dispuesto a desayunarse una buena porción de aquella alma que tanto amaba, y con las mismas, por puro gusto y sin necesidad de comentario alguno, le ofrecía el suyo bien aderezado y servido con guarniciones de palabras, insomnios y canciones. Y así pasaban las horas, y los días, y llegaron los aniversarios de alas de mariposa, sin que el cansancio ni el escualo de las azores pudiera hacer nada por evitar tamaña locura gastronómica.

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