viernes, 7 de febrero de 2014

TAN NECESARIO COMO PELIGROSO

Mezcla irregular de dejadez y encanto, abría su boca exactamente como su gato, mientras pensaba en comer algo, lo que fuera, sólo para después poder fumar. Por lo demás, su forma de andar por el pasillo estaba repleta de gestos felinos, de manera que, en vez del típico bípedo implume dirigiéndose a la cocina, cualquiera diría que se trataba de una fiera corrupia avanzando con sigilo hacia un abrevadero cercano, tan necesario como peligroso. No siempre lograba inclinar su angustia del lado del buen humor, y en eso también se parecía al gato.

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