viernes, 11 de marzo de 2016

INMERSIÓN


Sólo un hombre, uno, fue capaz de encontrar la escalera que construyeron unos locos y que conducía a los insondables laberintos de la vida interior. En medio de un vacío hostil y casi perfecto, respirando una atmósfera que parecía anterior a los hombres y anterior al mismo aire, fue descendiendo por aquellos escalones y, conforme lo hacía, notaba cómo los días y las noches giraban sobre él contagiándole de su inquietud mecánica. Hacía siglos que no dormía, pero continuaba su inmersión sin aparente menoscabo de su dignidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario