Digo que por cabeza tenía una caja negra repleta de sabores
contradictorios en la que, por ejemplo hoy, predominaban el vinagre y la miel.
Claro que dicho esto habrá quien diga, y no sin razón, que a mi no hay quien me
entienda, argumento éste al que responderé afirmando que, bien mirado, es a la
realidad a la que no hay quien la entienda, y es que quizás no baste con la
realidad para dar cuenta cabal de lo que somos. Se entienda o no, lo
trascendente en la historia de hoy es entender que había un tipo tal que en su
cabeza, un día como hoy, predominaban el vinagre y la miel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario