domingo, 27 de marzo de 2016

PRESAGIOS


Atento al devenir de los astros, y contaminado como estaba tanto por el pasado como por el porvenir, resultó ser poseedor de una capacidad especial -un don terrible al decir de algunos- consistente en presagiar el dolor. Tan aciaga era su gracia que todos –animales de todo tipo y condición, algunas piedras, las plantas todas- huían de él. Transmitía sus presagios a modo de sermones construidos con mucho miedo y hechos, al modo de las antiguas pitonisas, para decirlo todo sin decir nada, de modo que sus palabras conformaban un laberinto especialmente propicio para la confusión. Sabía también de las melodías que acompañan a los sueños y tenía visiones interiores tan ingratas que había jurado olvidarlas. Pero nunca lo logró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario