miércoles, 23 de marzo de 2016

RAZÓN


Había que hacer algo, y ese algo no necesariamente pasaba por la razón. De hecho, le aterrizaba sobremanera pensar en la desmesura a la que puede llegar el hombre a caballo de sus pensamientos. Pero aun negando la razón, el camino a tomar estaba lejos de resultar evidente. La prueba estaba en que aquellos que tenían por costumbre sacrificarla en aras de la fe, la revolución, el arte o la lujuria tampoco encontraban la paz con la facilidad que sería esperable.

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