lunes, 7 de marzo de 2016

TRAMUNTANA


En el oeste del paraíso profundo, lejos, muy lejos, diré para que me entiendan que más allá incluso de la Sierra de Tramuntana, el tiempo adquiere cualidades poco conocidas de modo que, por ejemplo, se muestra capaz de mezclar los cuerpos en el espacio dejándolos sin aliento y casi sin conciencia. Pero de todo esto tuvo noticias demasiado tarde. Hoy, sus ojos taciturnos se posaban sobre el espejo, que es como decir sobre sí mismo, con una especie de reproche mudo. Como si estuvieran de visita en el mundo de las sombras y no supieran encontrar el camino de regreso.

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