viernes, 12 de abril de 2013

NADA ES LO MISMO

Un manojo de sombras indestructibles se congregan entorno al barro. Tumbo a tumbo avanza por los sembrados, pero sólo una columna de ciego vacío que nace y desaparece entre sus ojos y el techo parece servirle de guía. Desde que falta en su cama nada es lo mismo. Su lugar lo ocupa un planeta de espaguetis carbonara, cicatrices eternas y sonrisas a medio hacer, pero nada es lo mismo.

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