viernes, 1 de enero de 2010

LA CU

La vigésima letra del alfabeto español, que atiende por lo general al nombre de cu, tiene por maldición aparecer siempre acompañada de una u, u ésta que permanece a su lado tan callada que casi nunca suena a nada, como ocurre cuando hacemos mención a los quesos o a los asuntos del querer. No obstante lo anterior, este acompañamiento silencioso deja de ser tal en el caso de ciertas palabras latinas o de origen anglosajón, siendo éste el caso de los misteriosos quarks o del a veces tan deseado quorum. Así pues, la cu, seguida de la ya citada u, adopta el mismo aspecto sonoro oclusivo, velar y sordo de la ce cuando toma contacto con la a, la o, o la u, o de ka ante las vocales i, e. Cuentan los que buscaron el origen de las cus o cués, que de las dos formas pueden nombrarse, que hay que remontarse a la escritura de los etíopes, y concretamente a uno de sus signos, el nahas, símbolo éste que al parecer hacía referencia a una serpiente herbívora de tamaño descomunal. Aunque parezca increíble, el cuscús nada tiene que ver con las cus.

No hay comentarios:

Publicar un comentario