Iba
a hacer algo. No podría decir exactamente qué, pero que iba a hacer algo lo
sabían hasta los chinos, que son los que más saben sobre estas cosas del hacer.
Algo intuía a propósito del instrumento –la ausencia de pasión más absoluta le
permitiría atrapar el sol con la boca-, y del resultado final le había sido
concedida una visión: molécula a molécula todo el orden biológico sería
trastocado, se procedería a la desmantelación del tiempo, y volvería el caos
original. Ahí es na’.
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