martes, 31 de diciembre de 2013

EL LARGO VIAJE


La luz nocturna que caía a plomo desde el techo traía consigo un silencio lejano y pacífico, un manto repleto de observaciones mudas y miradas juiciosas. Empero, ésta luz tenue y de apariencia delicada aparecía ante los ojos de su único observador como ajena a todo tipo de tristezas. Claro que, por su forma de posarse sobre los objetos se notaba, eso sí, que provenía de muy lejos, y que quería descansar dando así por finalizado el  largo viaje.

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