jueves, 25 de septiembre de 2014

QUESO VIEJO


Quien sabe de esto, que dijo saberlo de buena tinta, informó a la concurrencia que había muertos que yacían boca arriba, otros en una postura extraña a la que llamó decúbito dorsal, dijo no recordar ninguno que tuviera muecas de dolor ni de gloria, y dijo también que muchos tenían aspecto de haber sudado durante toda la noche. Un parroquiano le invitó a otro tinto, ya iban tres, otro pidió media ración de queso viejo, y fue así como charla con el sepulturero se prolongó hasta bien entrada la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario