martes, 28 de octubre de 2014

SICARIO


A su alrededor se sustanciaban con asiduidad asuntos retorcidos y sucios, razón por la cual en su interior hacía habitualmente un tiempo espantoso que le agriaba el carácter. Con todo y eso, acontecía en él un singular enigma de difícil explicación: sentía que, excepción hecha de ciertos momentos de desenfreno irracional, su vida era plena y feliz. Esas vivencias contradictorias le aportaban un innegable aire de severidad, imprescindible para cualquier sicario con experiencia, teñido eso sí de cierta melancolía.

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